Egipto celebra un golpe al terrorismo. Hisham Ashmawy, el hombre más buscado en ese país, está preso. El 8 de octubre se confirmó su aprehensión al este de Libia por un portavoz del autoproclamado Ejército Nacional Libio (LNA). Fuentes militares también informaron sobre el arresto a la agencia de noticias Reuters.
La detención ocurrió en la ciudad de oriental de Derna, lugar donde el Ejército Nacional Libio está desplegado para combatir a los yihadistas, responsables de numerosos atentados terroristas en los últimos tiempos.
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Se espera que Ashmawy sea deportado en los próximos días a Egipto, según indica el portavoz del LNA, Ahmed Mismari. En su país de origen, el terrorista ya había sido condenado a muerte por un tribunal. Ahora enfrentará un nuevo juicio porque así lo indican las leyes egipcias.
La ficha del terrorista más temido
Hisham Ashmawy tiene 40 años y es señalado de ser un líder militar yihadista con basta experiencia en actividades insurgentes. Sobre él se ha informado que tiene conocimiento militar porque formó parte de las Fuerzas Especiales de Egipto. Lo expulsaron del Ejército egipcio cuando se supo sobre su cercanía a la idelogía yihadista, en 2012.
El País de España informa que su cercanía a este movimiento ocurre a raíz del asesinato de uno de sus compañeros en una comisaría del régimen de Mubarak. Eso ocurrió seis años antes de que fuera expulsado del Ejército.
Se integró a las filas yihadistas después de pasar algunos meses en Siria durante la guerra civil. La milicia Ansar Bait al-Maqdis guardó relación con Al Qaeda, liderada por Osama Bin Laden hasta el día de su muerte.
Atentados en los que se le implica
Ashmawy tiene un amplio prontuario. Entre la lista de atentados a los que se le vincula se encuentra la emboscada a un convoy del Ejército de Egipto en el desierto de Baharia. Se trata de un hecho que ocurrió en octubre del año pasado, que dejó a 30 soldados muertos, aunque se dicen que son más.
Las autoridades gubernamentales de Egipto lo vinculan con el asesinato del Fiscal general en 2015. También lo señalan con otras embocadas a militares, como la ocurrida en 2014 en el desierto de Farafra.
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