Cuando se clausura el Parlamento, este es un proceso que debe ejecutarse tras una ceremonia bastante importante. Sin embargo, nadie se esperaba que este se convirtiera en una protesta como consecuencias del Brexit.
Lo cierto es que los hechos sucedieron en el momento en que la representante de Isabel II en la ceremonia, Sarah Clarke, llega al sitio donde se encuentran reunidos los diputados, pero no se esperaba que le cerraran la puerta en la cara y lo sometieran a una humillación devastadora.
Un cierre de ceremonia inusual
Cuando Boris Johnson, quién se encuentra en el proceso de modificar la política y tras consecuencias del Brexit, se disponía a dar cierre al Parlamento, los diputados de la oposición se encontraban en un estado asombroso de resistencia.
La mayoría tenía consigo carteles de protesta para que las cámaras pudieran captarlos. Además, estaban rodeando a John Bercow para evitar que la intromisión de los conservadores pudiera dañarlo. Algunos espectadores conservadores lo abucheaban e insultaban.
Se pudo notar que fue un acto bastante apagado y triste.
Una gran protesta por consecuencias del Brexit
Gracias a las consecuencias del Brexit, muchos diputados de oposición cantaban canciones relacionadas con la resistencia y se negaban a abandonar su posición de protesta.
Sin embargo, una de las acciones más inesperadas, fue que Boris Johnson comenzó a callar la boca de los diputados de forma poco amable, perdiendo los modales en el proceso.
No obstante, lo que no se podía esperar durante este acto, es que durante, lo que se podría llamar, una de las crisis más agravadas que enfrenta el Reino Unido actualmente, Westminster le cerró la puerta en las narices a la reina Isabel II, literalmente.
Todo esto es lo que ha desencadenado las consecuencias del Brexit y el constante desacuerdo entre la oposición y los conservadores. No sabemos cómo se resolverá este conflicto, pero lo que no podremos olvidar son los grandes enfrentamientos que se han desencadenado gracias al mismo.
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