El príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles hicieron historia este domingo al convertirse en los primeros miembros de la familia real británica en visitar Cuba de manera oficial.
El viaje del príncipe Carlos y su esposa, Camila Parker Bowles, busca “resaltar la creciente relación bilateral (de Cuba) con Reino Unido”. Según anunció la página web de la pareja en febrero.
El ministro de Estado para la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth) y Naciones Unidas, Lord Ahmad, también llegaron a Cuba para representar al gobierno británico. La visita (que ha causado polémica en algunos sectores conservadores en Estados Unidos) durará cuatro días.
La pareja real llegó a Cuba desde Barbados, uno de los cinco reinos de la Mancomunidad de Naciones que han visitado. Anteriormente estuvieron en San Cristóbal y Nieves, Granada, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas.
Después de que la pareja pisó suelo cubano el domingo, asistieron a una ceremonia en homenaje al héroe nacional de Cuba, el poeta José Martí, en la Plaza de la Revolución de La Habana.
Polémica
Esta visita real a Cuba no ha sentado bien en algunos sectores del Partido Conservador en Estados Unidos. En febrero, el senador Rick Scott, escribió una carta al príncipe Carlos para pedirle que reconsiderara la decisión de visitar Cuba.
“Los invito a visitar Florida para conocer de primera mano las seis décadas de atrocidades, opresión y miseria que el régimen infligió a los cubanos”. Escribió el político republicano.
“Será recibido por una vibrante población cubana dedicada a poner fin a las décadas de tortura, represión, encarcelamiento y muerte que ha sufrido el pueblo de Cuba”. Añadió.
La visita ha causado polémica al producirse en un momento en el que el gobierno de Washington ha redoblado sus críticas a La Habana por su rol en la crisis política en Venezuela.
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