Eutanasia ¿un suicidio asistido permitido por la ley?

¿Es la eutanasia una decisión aprobable socialmente hablando? Después de todo, ¿Quiénes somos para juzgar lo que decide alguien que padece un sufrimiento? Igualmente no deja de ser el fin de una vida. Según las posiciones de cada quien, su aceptación o no depende de las circunstancias, ¿O no?

Empecemos por lo más básico, ¿Acerca de qué hablamos acá? La RAE define eutanasia como “Intervención deliberada para poner fin a la vida de un paciente sin perspectiva de cura”. Esto quiere decir que se trata del libre albedrío que tiene una persona para acabar con su sufrimiento en caso de no existir alternativas a esta problemática.

Como se mencionó al principio, existen distintas posiciones respecto a este tema, la opinión popular en contra reside en la defensa de la vida humana, catalogando esta práctica como ‘suicidio con asistencia medica’. Igualmente, el mundo de la medicina en general repudia esta acción, y hacen un llamado a no consentirlo, aun cuando la ley lo permita en su país.

Así mismo hay quien asegura que esta práctica debe realizarse bajo ciertos parámetros, como por ejemplo, una persona con una nula esperanza de vida significa una pérdida de recursos y un atraso importante en el desarrollo de una familia. Aunque es un punto de vista un tanto macabro, es igualmente aceptado.

Lo cierto es que la palabra final la tiene la ley y aunque esta sea diferente en un país y en otro, hay naciones que dan la luz verde a la práctica como otras que castigan esta acción, con documentación que reza la inviolabilidad del derecho a la vida y que nadie debe ser sometido a una desaparición forzada, a torturas ni a tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.

Esto nos puede colocar en una encrucijada, pues aunque todos tenemos derecho a la vida, igualmente somos libres de decidir cuando queremos y podemos morir con el fin de evitar momentos tortuosos o dolores insoportables. Aunque hoy día haya tratamientos médicos para controlar los dolores, ¿Es este acaso el estilo de vida que merece un ser humano? Solo podemos concluir con que esta práctica siempre estará abierta al debate social y cultural, pero mientras la ley la apruebe y haya quien pueda optar por ella, seguirá siendo tema de discusión.