El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, solicitó a Rusia demostrar que cumple con el histórico tratado de reducción de armas nucleares de la Guerra Fría, debido a que crecen los temores sobre un nuevo sistema de misiles rusos.
Washington se queja desde hace casi dos años de que un sistema de misiles de lanzamiento terrestre desplegado por Rusia viola el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio de 1987, conocido como INF.
Este asunto forma parte de la agenda de la reunión de dos días de los 29 ministros de Defensa de la OTAN que comenzó este miércoles, la primera desde la cumbre de jefes de Estado y de gobierno del pasado julio, refirió AFP.
“Somos muy serios cuando pedimos a Rusia que cumpla con el tratado INF”, indicó Stolenberg en rueda de prensa. Para el secretario general de la Alianza, el tratado de 1987 firmado por el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan; y el líder soviético Mijail Gorbachov, es “una piedra angular de la seguridad europea”.
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Miembros de la OTAN garantizan acuerdos
En la cumbre, los dirigentes expresaron preocupación por los misiles ruso 9M729 e instaron a Moscú a entablar un diálogo; para garantizar el futuro del tratado, que abolió misiles con un alcance de entre 500 y 5.500 kilómetros.
El secretario de Defensa de Estado Unidos, James Mattis, dijo en febrero que el Pentágono trabajaba en nuevas armas nucleares; para responder a la maniobra rusa en un intento de obligarlos a volver a solicitó a Rusia a demostrar que cumple con el histórico tratadocumplir con el INF.
La embajadora estadounidense ante la OTAN, Kay Bailey Hutchinson, aseguró el martes que Washington buscaba “eliminar los misiles que está desarrollando Rusia”, antes de precisar que no se refería a ataques preventivos, sino a buscar formas de contrarrestar una escalada.
“La pelota está en el tejado de Rusia”, dijo funcionario de la OTAN, asegurando que la Alianza esperaba “respuestas creíbles”; acusan a Rusia de socavar acuerdos internacionales destinados a reducir las tensiones militares.
Moscú ha “renunciado esencialmente” a un acuerdo de finales de la Guerra Fría. Esta limitaba el despliegue de fuerzas convencionales en Europa y no da acceso a los ejercicios militares, precisó.
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