¿Puede haber Derecho sin Justicia?

Entendemos por Derecho aquella unión de factores jurídicos que van de la mano con la relación entre personas y su cumplimiento debe ser obligatorio a dichas. Por otro lado, sabemos que Justicia consiste en ser equitativo con cada quien, siempre dentro del marco judicial aplicando las normativas correspondientes en juicios determinados y resultando así en la sentencia apropiada.

El Derecho instituye aquellas reglas con el fin de concluir con la Justicia. Dichas reglas jurídicas que son aplicadas dentro de la causa, ofrecen una propuesta determinada para requerir a la otra parte una respuesta acorde a lo que se hace y a lo que no. La otra parte, en contradicción, es capaz de citar la falta de obligaciones al cumplimiento de lo que es exigido, cumpliendo ya el deber o también, la dificultad de cumplirla por motivos ajenos al demandado. Posteriormente de los hechos que se demuestran y las defensas, el Juez es quien ha de concluir si le es correspondido al demandado el cumplimiento de lo que se reclama.

Antiguas culturas concordaban con que lo que no esta escrito, no existe. Sin embargo existe la posibilidad de que por motivos de impedimento o discapacidad en la recolección de los hechos, el demandado logre ser indebidamente penado. Usualmente esto es común entre jueces, que han de ajustarse a lo citado y demostrado en los documentos sin posibilidad de extraer factores de persuasión ajenos de estos, ni reemplazar pruebas no alegadas ni tampoco probadas. ¿En este caso, que poder tiene el juez para que en su jurisdicción conozca que lo afirmado en los documentos expedientes no se ajustan a la realidad? Este es el guion rutinario que enfrentan estos jueces, son ellos los responsables de desarrollar un enfoque de apatía o de lo contrario se arriesgan a una problemática de honestidad, ética y moralidad con grandes repercusiones. Es el Juez quien ha de enfocarse a su trabajo en un tono acorde a sus valores y principios morales. Con la posibilidad de dictar una pena en justicia, tiene la obligación de privarse o lograr que le declinen. En caso opuesto, el Derecho finalizaría con la Justicia.