Venecia, Italia. Los ambientalistas dicen que los enormes cruceros dañan los frágiles cimientos de la ciudad
Miles de personas marcharon el pasado sábado en Venecia para exigir que se prohíba la entrada de buques de crucero a la laguna de la ciudad italiana.
Basta de mega-cruceros- monstruos. Es el nuevo grito que se levanta en Venecia. Una de las ciudades más fascinantes del mundo, en pie de guerra para prohibir que naves gigantescas surquen sus magníficos canales.
La movilización fue impulsada por el choque de hace seis días de un buque de crucero contra una embarcación mucho más pequeña en el Canal Giudecca. Cinco personas resultaron heridas.
Algunos manifestantes llevaban carteles con la leyenda “Fuera las naves de la laguna”. Otros salieron a la laguna en pequeños botes de remos.
Los ambientalistas dicen que los enormes cruceros dañan los frágiles cimientos de la ciudad en el mar Adriático y remueven el fondo fangoso.
El alcalde de Venecia quiere que los cruceros cambien de rumbo. Los buques dejan miles de turistas en la ciudad cada día. (I)
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