Los ataques de los Talibanes en el oeste de Afganistán mataron el lunes a 14 soldados y policías. Mientras que los residentes de Kabul se preparaban para enterrar a sus seres queridos asesinados. En un horrendo bombardeo que atacó un centro de registro electoral el día anterior, matando a 57.
Los servicios de oración se llevaron a cabo para las víctimas de Kabul. Debido a que las familias de los asesinados en los bombardeos del domingo llevaron los cuerpos de sus familiares. Y cavaron las tumbas en un cementerio en las colinas sobre la capital afgana.
El primero de los ataques casi simultáneos del lunes en la provincia occidental de Badghis afectó a las unidades del ejército en el distrito de Ab Kamari. Matando a nueve soldados, dijo Ghulam Sarwar Haidari, el jefe de la policía provincial adjunto.
Momentos después, otro gran grupo de insurgentes atacó a la policía en el distrito de Qadis, matando a cinco policías.
Sharafuddin Majidi, portavoz del gobernador provincial, confirmó el número de víctimas. El portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, reclamó los ataques Badghis en una declaración a los medios.
Actualmente Afganistán se encuentra envuelto en una ola de violencia
Los ataques se produjeron inmediatamente después de la explosión suicida del domingo en Kabul. La asombrosa cifra de bajas 57 muertos y 119 heridos subrayó las luchas que enfrenta el gobierno para controlar los ataques de los milicianos. Incluso en centros urbanos grandes y bien protegidos.
La explosión sacudió la ciudad alrededor de las 10 a.m., rompiendo ventanas a millas del lugar del ataque. Dejando el pavimento cubierto de cuerpos y manchas de sangre y destruyendo vehículos cercanos.
El suicida atacó a civiles que se estaban registrando para las tarjetas de identificación nacional, dijo la policía de Kabul. El grupo se atribuyó la responsabilidad del ataque en una declaración emitida por su agencia de noticias Aamaq, diciendo que había atacado a los apóstatas chiítas.
