Un grupo bipartidista de senadores en el Comité de Relaciones Exteriores del Congreso. Dio a conocer el lunes una importante reescritura de la Autorización para el Uso de la Fuerza Militar. Que le daría al presidente Donald Trump nuevas capacidades sólidas para luchar contra ISIS y otros grupos terroristas.
El compromiso se produjo tras años de contorsiones en el Congreso. Por la amplia autoridad otorgada al poder ejecutivo para luchar contra el terrorismo después de los ataques del 11 de septiembre de 2001
El congreso se puede convertir en un obstáculo para el uso de la fuerza militar
“Durante demasiado tiempo, el Congreso les ha dado a los presidentes un cheque en blanco para librar una guerra. Hemos permitido que las autorizaciones del 11/9 y de la Guerra de Irak se alarguen. Para justificar guerras contra múltiples grupos terroristas en más de una docena de países, desde Níger hasta Filipinas”. Dijo Kaine.
“Nuestra propuesta finalmente deroga esas autorizaciones. Además, hace que el Congreso haga su trabajo analizando dónde, cuándo y con quién estamos en guerra”.
A pesar de la amplia creencia bipartidista de que el Congreso debe actualizar la autorización de guerra. Existe una gran duda de que el compromiso puede pasar el Congreso controlado por los republicanos.
Donde muchos líderes son reacios a hacer cualquier cosa que frene la capacidad del presidente para llevar a cabo la guerra.
La legislación autoriza al ejecutivo a utilizar toda la fuerza necesaria y apropiada contra al-Qaida, los talibanes, el Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS) y las fuerzas asociadas designadas. Por otra parte, la legislación no otorga autoridad para acciones militares contra ninguna otra nación.
Otra limitación para el presidente sería que, si ordena una acción militar contra una nueva fuerza asociada o en un nuevo país. Debe informarlo al Congreso dentro de las 48 horas.
Eso generaría una revisión acelerada de 60 días por parte de los legisladores, que podrían eliminar esa autoridad para usar la fuerza.
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