Lo que no te dicen de las tarjetas revolving

lo que no te dicen de las tarjetas revolving

Cuando estamos en un apuro económico muchas veces, cometemos el error de endeudarnos a través de financiaciones que a la postre no podremos responder adecuadamente y terminamos en problemas mucho más graves que al inicio. Desafortunadamente, esto no es algo que aquieta a un pequeño porcentaje de la población, lo peor de todo es que, las entidades financieras o empresas prestamistas, aprovechan esto ofreciendo “jugosos” productos financieros a sus clientes sin un estudio económico previo, para lucrarse de ello. Unos de esos productos son las tarjetas revolving o tarjetas de crédito rotativo, las cuales el año pasado fueron declaradas por el Tribunal Supremo como abusivas.

Las tarjetas de crédito son probablemente uno de los recursos financieros más usados a nivel mundial, debido entre otras cosas, a las facilidades de pago que estas ofrecen, lo que permite hacer compras de productos y servicios, para ser pagadas posteriormente en cuotas, aunque también permiten cancelar la totalidad de la deuda cuando el cliente desee. Esto no ocurre con las tarjetas revolving, ya que, no permite cancelar la deuda con un solo pago, sino que sus cuotas son exclusivamente mensuales, pero con un elevado índice de interés. 

El hecho es que, a raíz de la sentencia del Supremo, existen una gran cantidad de denuncias y reclamaciones, de clientes que por más que cancelaban las cuotas, las deudas parecían interminables. Los abogados de Sello Legal, son expertos en estas reclamaciones nos han ayudado a formular este artículo, para mostrarte todo lo que debes saber sobre este sistema de financiación tan abusivo y controversial en los últimos años.

¿Qué son y cómo funcionan las tarjetas revolving? 

Comentábamos que, las tarjetas revolving son un sistema de financiación muy similar a una tarjeta de crédito, con diferencia que las primeras te permiten la postergar las cuotas de devolución de dinero. Por otro lado, no necesitas de un fondo personal para usarlas ni tener una cuenta bancaria asociada, fueron creadas exclusivamente para hacer compras de bienes y servicios.

Este tipo de tarjeta, ofrecen a sus usuarios “un muy jugoso sistema de pago”, el cual permite reponer el limite crediticio cada vez que se realice el abono de una cuota. De esa manera, muchos clientes terminan en un bucle prácticamente “infinito”, de deuda. Lo peor de todo es que, el elevado índice de interés, así como la imposibilidad de amortizar la deuda, hace que los usuarios queden desangrados por este servicio.

Es importante conocer que, las empresas e entidades bancarias ofrecen este producto como un mecanismo de financiación sencillo para el consumo de productos básicos, libre de comisiones y para ser cancelados a través de cómodas cuotas. Sin embargo, detrás de todo ello, existe una tasa de interés realmente alto, de hasta un 27%, el cual muchas veces no permite que la deuda disminuya, e incluso algunos consideran que tiende a aumentar. 

El cliente al contratar el servicio, fija qué tipo de cuota desea para realizar la devolución, bien sea por un monto fijo o si bien, un porcentaje del límite de crédito. Lo que ocurre es que, al elegir una cuota relativamente baja, la devolución mensual será tan baja que apenas podrá cubrir los intereses de la deuda, por lo que al fin y al cabo, nunca terminará de pagar, sino que la deuda irá creciendo como la espuma mes a mes. 

A continuación, los dos mecanismos de pago de las tarjetas revolving:

  • Por porcentaje: se trata de uno de los mecanismos de pago de este tipo de tarjetas, el cual se basa en la cancelación de un porcentaje fijo del saldo deudor de forma mensual. Dicho porcentaje puede aplicarse entre un 5% como mínimo y un 25% como máximo; en ese sentido, si el cliente elije el 5%, deberá cancelar dicho porcentaje de la deuda total cada mes. 
  • Por cuota fija mensual: se trata del otro sistema de pago de las tarjetas revolving, donde el cliente deberá formalizar una cuota fija mensual por concepto de pago de la deuda. A diferencia del anterior, sin importar qué tan abultada o pequeña sea la deuda, siempre deberá pagar lo mismo. 

¿Por qué debemos tener cuidado al usar una tarjeta revolving?

aspectos a tener en cuenta antes
Para usar una tarjeta revolving, debemos conocer bien su funcionamiento.

Como hemos visto, si no usamos de forma concienzuda este tipo de tarjeta, podríamos vernos involucrado en un bucle de pago prácticamente infinito. Hay que mencionar que, además del TAE que ya de por sí es excesivo, también se incluye una serie de comisiones y gastos adicionales. 

De acuerdo a cada entidad bancaria, la tasa de interés de una tarjeta de crédito convencional está cercana al 20%, por su parte, las tarjetas de crédito rotativo tienen una TAE de 25,2% para el crédito por concepto de compra y, 29,63% por disponer de efectivo en cajeros o en cuenta. 

No obstante, el abultado interés y las comisiones, no son el único problema de estas tarjetas. Hemos preparado un pequeño listado, con los posibles riesgos y sugerencias, que debes tener en cuenta antes de aceptar este tipo de sistema de financiación. 

1. Son propicias para incentivar el consumo

Como comentábamos inicialmente, el límite de crédito de las tarjetas revolving se va reponiendo conforme vamos pagando nuestras cuotas, de hecho, por esa razón es que se llaman así “crédito por renovable o rotativo”. Esto hace que, para los usuarios que tengan problemas para el control de gastos, se convierta en una tentación latente a la que muchas veces no pueden resistirse. 

Por otro lado, las entidades bancarias generalmente suelen vender estos productos como un mecanismo para comprar a bajísimas cuotas, entonces, los usuarios caen en el juego de elegir las cuotas más bajas, con el fin de “no afectar” significativamente sus gastos mensuales. Pero lo cierto del caso es que, terminan pagando mucho más de la cuenta y durante periodos de tiempo realmente prolongados. 

Es por ello que, debemos tener mucho cuidado al momento de comprar a través de este mecanismo de financiación. En primera instancia, comprar solo lo necesario y en todo caso, elegir siempre una cuota relativamente alta, que nos permita salir de la deuda, lo antes posible. Además, debemos tener mucho cuidado con la reposición de nuestro límite bancario, por más tentador que parezca, debemos recordar que ese pequeño “placer” que nos dimos, a futuro se pueda convertir en un verdadero y prolongado dolor de cabeza.

2. Ser muy cuidadosos con la contratación de estos servicios

Hemos mencionado que, al momento de la entidad ofrecernos estos productos, nos los pintan como un producto bancario realmente sencillo y sin complicaciones, ya que, no debemos tener un fondo en nuestra cuenta que respalde las compras que vamos a hacer. Sin embargo, dentro de todos estos contratos, hay una serie de clausulas y términos de condiciones poco transparentes, por lo que, debemos prestar especial atención antes de iniciar cualquier contrato.

De hecho, lo más recomendable es que seamos asesorados por especialistas, para evitar caer en este bucle prácticamente infinito de pagos. Un asesor experimentado, nos ayudará a elegir no solo la mejor cuota posible para no perder tanto en comisiones, sino también, nos explicará cuáles son los posibles problemas y las condiciones de servicio que en el banco nunca nos detallarán.

Como hemos visto, las tarjetas revolving son sin duda un arma de doble filo, a la cual debemos tomar con mucho cuidado. Recordemos que, lo que nos ofrecen como un producto sencillo, puede convertirse en un problema financiero que nos podría perjudicar financieramente durante largo tiempo. En caso de que estés imbuido en bucle infinito, te recomendamos acudir a un asesor, quizás puedas ser uno de los miles de clientes que pueden solicitar una reclamación por los intereses abusivos.

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