Senado español negó la suspensión de venta de 400 bombas de precisión láser del Ejército de Tierra a Arabia Saudita; aseveró que la polémica transacción se encuentra en fase de estudio.
“Ese contrato, como muchos otros con independencia del país, está en fase de estudio. Las discrepancias se estudiarán con el país que se haya firmado”, afirmó en una comparecencia en el Senado la ministra de Defensa, Margarita Robles.
Esta posición contrasta con la difundida el pasado martes por ese departamento; cuando confirmó que habían iniciado los trámites para cancelar la exportación de 400 bombas.
Sin embargo, la ministra explicó que el nuevo equipo ministerial paralizó los proyectos en marcha, para su análisis y debate.
“La obligación de cualquier gobierno cuando llega es conocer, paralizar y estudiar todos los proyectos, programas y contratos que están en marcha para hacer una valoración de sus prioridades desde el punto de vista de la exigencia nacional”, agregó Robles.
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La ministra destacó que estudiarán de manera bilateral “desde una perspectiva de rigor, de buena relación entre los dos países”; y con ánimo de resolverlo de manera amistosa.
Robles anticipó que acudiría a la Cámara alta para explicar lo relacionado con la revocación de la transacción; un asunto que, según su criterio, sacaron “las cosas de quicio” y sobre el cual llamó a la tranquilidad.
Decisión del senado irrita a autoridades saudíes
Al parecer, la noticia irritó a las autoridades sauditas y puso en peligro otro convenio vigente para vender a Riad cinco corbetas, valoradas en casi dos mil millones de euros, que se construirán en los astilleros de Cádiz, en la sureña región de Andalucía.
La posibilidad de perder ese encargo motivó la protesta de los trabajadores de la empresa Navantia; a cargo de la fabricación de los buques de guerra; lo que a su vez derivó en una matización de la administración socialdemócrata de Pedro Sánchez.
Aunque evitó referirse a una rectificación, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, rebajó el viernes a una “declaración de intenciones” la paralización de la venta de armamento, y explicó que la decisión aún debe pasar por varias comisiones interministeriales.
Ante el temor de que la nación árabe anulara la compra de las corbetas en represalia por la paralización de la venta de las bombas, Robles desvinculó hoy un convenio del otro.
Tras garantizar el apoyo a la industria de defensa española como “activo estratégico”; aseveró que el Gobierno “no va a dejar en la estacada” a los trabajadores de Navantia.
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