Actualmente Barcelona volvió a ser el epicentro de disturbios y protestas que se han salido de control. La violencia en Barcelona se ha incrementado desde la sentencia del procés y, hasta ahora, se han registrado a, al menos, 33 personas detenidas.
En las manifestaciones se quemaron decenas de coches y, además, se arremetió contra los mossos con cócteles molotov. La situación se agravó con el pasar de las horas y fueron muchos los que acabaron recibiendo atención médica poco después.
Según las fuentes del Ayuntamiento, ardieron, como mínimo, 45 fuegos en la capital catalana.
La sentencia del procés trae consigo violencia en Barcelona
Los jóvenes fueron los que lideraron dicho enfrentamiento, haciendo que, por lo menos, 30 agentes terminaran recibiendo asistencia médica debido a la terrible violencia en Barcelona. Fueron horas que parecían interminables para todos.
En el tercer día de las protestas un centenar de jóvenes dejaron la capital de Cataluña en llamas. Incendiaron contenedores y coches, además de el uso de cócteles molotov con los que arremetían contra los agentes de la autoridad.
Grupos de jóvenes encapuchados lanzaban botellas y latas a los Mossos que se encargaban de custodiar el Departamento de Interior.
El blanco inicial de la protesta
Lo cierto es que el Departamento de Interior fue el que se llevó la peor parte, especialmente porque fue el blanco de la protesta. Fueron cinco horas en que los enfrentamientos se incrementaron y la muchedumbre era enervante.
El número de detenidos se ha incrementado, así como el número de personas que fueron víctimas de los cócteles molotov. La violencia en Barcelona duró durante cinco horas y la situación se desató desde la decisión tomada para el procés.
No obstante, aunque comenzó como una movilización pacífica, la situación se salió de las manos cuando algunos manifestantes se dirigieron hacia el Departamento de Interior.
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