La Ley y la relación con los tontos

Si bien este es un sitio enfocado fundamentalmente a todo lo jurídico y dedicado a ayudar usualmente a todos los abogados, hay situaciones en donde, como las de hoy, no me queda más remedio que hacer un poco de enseñanza jurídica para el alcance de la totalidad, y plasmar algunas opiniones ordinarias con respecto al significado de la Ley y ese respeto que existe a la misma dentro del Estado de Derecho.

Es por ello que el día de hoy y luego de haber visto esas reacciones de diversos personas en frente a esa exclusión de Arnaldo Otegui en donde la Junta Electoral fue la involucrada y asimismo, Guipúzcoa dando esa posibilidad de mostrarse como candidato de Bildu en las elecciones vascas, por ser forzado a 2 penas de invalidación para trabajo o cargo público estipulada hasta el año 2021.

Diversos cabecillas de Podemos, otros de los movimientos de esa izquierda radical y de todos los labradores andaluces plasmaron esa diferencia con la decisión por parte de la Junta Electoral, implorando demostraciones fáciles de asimilar y insólitos legalmente como el ser “un crimen a nuestra democracia”, “hacerle frente al derecho de los vascos y las vascas” o inclusive, considerando toda medida como una “brutalidad de Estado”.

Separadamente de esa miseria moral (quizás con algún olor electoralista, debido a esa cercanía en las elecciones vascas) el cual refleja el apoyo de esa de forma en la que envuelve a algún personaje como el antedicho, consecuencia que para diversos desvergonzados personajes públicos la obediencia de la Ley tiene que reclamarse sólo a los tontos, eso es, a esas personas que no logran ser de su hilo, por otro lado, están aquellos (los “listos oficiales”) el cual piensan permanecer arriba de ese cumplimiento de Leyes  y que no les agrada sencillamente el haber sido seleccionados de forma “democrática”

Es como si cualquier persona, conocido lector de un blog, pudiese el concluir por no pagar ese IRPF o el IBI del hogar fundamentando que a ninguno de nosotros nos agrada esas Leyes tan grotescas e insípidas. En conclusión, para todos esos bendecidos, ungidos de su mesiánica e individual enfoque de su “democracia”, se imputan a la contingencia de zanjar a que persona se le emplea la Ley y a quién no. Y cuando dicha Ley no conviene, la respuesta siempre es no.