Después de varios meses de debate, Italia ha decidido que los niños que no estén al día con el programa de vacunación obligatorio no podrán acudir al colegio. Entre las vacunas obligatorias estarán las de la varicela, la polio, el sarampión, las paperas y la rubéola.
Los niños menos de seis años se les prohibirá la entrada tanto en la escuela primaria como en guarderías y jardines de infancia. Por lo que tendrán que quedarse en casa si no están vacunados.
A los niños mayores de seis años no se les puede prohibir la entrada al colegio por las leyes de educación italianas, sin embargo sus padres recibirán una multa de 500 euros si los envían a la escuela sin vacunar.
La fecha límite para certificar que los niños estaban vacunados era la del 10 de marzo, aunque se amplió hasta el lunes 11 al caer en domingo.
La ministra de Sanidad Giulia Grillo asegura que “todos han tenido tiempo de ponerse al día”. Y en declaraciones recolectadas por BBC, Grillo resume la nueva política del gobierno italiano: “Sin vacunas, no hay colegio”.
El objetivo es concienciar
Las autoridades regionales son las encargadas de ejecutar la ley, aunque hay desigualdad de puntos de vistas. Un ejemplo es Bolonia, donde se ha enviado una carta a los padres de unos 300 niños (de los 5.000 que hay en la zona) advirtiéndole de las consecuencias de no vacunar a sus hijos, mientras que en otras partes del país no se han tomado medidas para alertar de las posibles multas.
Actualmente, menos del 80 por ciento de los niños italianos están vacunados completamente, una cifra muy por debajo del 95% que recomienda la Organización Mundial de la Salud. No obstante, entre los niños nacidos en 2015, sí se llega a la cifra del 95 por ciento, a partir de la cual se cree que no hay riesgo de que una enfermedad se propague. Según lo asegurado por las autoridades italianas.
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