Desde que Puigdemont demandó al juez Pablo Llarena, el roce diplomático entre Bélgica y España han ido en aumento. En primer momento España pidió pasar la causa al país, para hacer la defensa. Sin embargo Bélgica se negó hacerlo.
Por lo que el Ministerio de Justicia, decidió contratar al despacho de abogados de Bruselas para la defensa de Llarena. Situación que fue aprobada por el presidente español Pedro Sánchez. Por tratarse de un problema de Estado.
El próximo 4 de septiembre, el magistrado Llarena, deberá comparecer en los juzgados de Bélgica. Donde debe presentar pruebas que no vulneró los derechos fundamentales de la “minoría” independentista.
En la demanda, exigen se condene a Llarena a pagar “1 euro” a Puigdemont y los exconsejeros del Gobierno catalán Meritxell Serret, Antoni Comín, Clara Ponsatí y Lluís Puig. Esto por los daños morales ha tenido a su honor.
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Mientras tanto Dolores Delgado, ministra de Justicia, aseguró que el Gobierno español, defenderá en Bélgica al país. “Trabajamos para defender los intereses de España” ratificó Delgado.
Llarena afirma que no asistirá a Bélgica
Según ha informado el juez, no tiene intenciones de rendir cuentas en Bélgica. Por lo no acudirá a su asistencia en septiembre. Afirma que no está obligado a comparecer. A pesar que pesa sobre él una querella civil.
Por lo que serían los letrados en Bélgica que designe el Gobierno de España, quienes participen. Por lo que se estaría en presencia de rebeldía del acusado, Motivo que no frena el proceso. Solo resta que la parte demandada demuestre que la acusación sea cierta.
Pese a que la defensa de Llanera se ha convertido en una “situación de Estado”, como declaro el presidente de España. Son muchos los rechazos de partidos políticos opositores y oficialista. Se niegan a que el Estado pague la defensa particular del juez.
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